Jesús dijo que con fe tan pequeña como un grano de mostaza podríamos mover montañas (Mateo 17:20). Pero, ¿qué significa esto? La fe genuina no se basa en lo que vemos, sino en la certeza de que Dios cumple sus promesas. Cuando enfrentamos obstáculos, la fe es el puente entre nuestra necesidad y el poder sobrenatural de Dios.
Muchos limitan su fe por miedo al fracaso, pero Dios honra a los que se atreven a creer. No se trata de positivismo, sino de confiar en Aquel que tiene el control de todas las cosas. Hoy, decídete a actuar con fe, sabiendo que Dios está contigo en cada paso. La montaña que hoy parece imposible, mañana será testimonio de su gloria.